Ya sabes, y si no te lo cuento, que no soy psicóloga ni terapeuta ni sanadora, solo soy una mujer normal que habla de lo que piensa, de lo que cree, de lo que aprende y de lo que vive.
No estoy en posesión de la verdad, nadie lo está, no tengo fórmulas ni teorías, no tengo un paso a paso ni ningún manual para la vida. Me voy haciendo “mi ensalada particular”, como yo la llamo, con todo lo que experimento, leo, aprendo, pienso, vivo y me llega.
Muchas veces, sobre todo últimamente, me pregunto si tiene sentido que lo comparta en mis artículos, porque cada vez siento más que cada uno tiene su propio camino, su forma de ver la vida, su manera de ser y de pensar.
Pero, por otro lado, reconozco que yo también me nutro de otras personas, de sus experiencias, sabiduría y reflexiones. Así que, algo de sentido debe tener que escriba sobre todo esto.
Lo que escribo no es verdad ni mentira, no es útil ni inútil, es lo que a ti te parezca, si te llega y te ayuda, estupendo; y si no, pues estupendo, también.
La vida es la gran maestra, y como cada uno vive la suya, cada uno tiene su propia maestra.
Nadie aprende las mismas cosas ni por el mismo camino. La vida no tiene pupitres ni grados ni títulos, no hay universidades de la vida, ella misma es la gran universidad en la que todos somos alumnos y profesores al mismo tiempo.
Afortunada o desafortunadamente, no lo sé, lo que más enseña son los golpes de la vida, y cuanto más duro sea más potencialmente aleccionador será. Pasar por dificultades no es agradable para nadie, pero recoger el fruto reconforta, aunque se haga esperar o “madure” poco a poco.
A veces me preguntan qué libros leo o me piden una recomendación. Suelo decir que cada libro tiene su momento y el que a mí me llega puede a otros no les diga nada.
Aun así, voy a recomendarte dos que me encantan. Son de esos libros que puedes leer más de una vez y seguir sacándoles provecho.
Los dos son de Anita Moorjani, la descubrí buscando libros sobre experiencias cercanas a la muerte (ECM), tema muy interesante para mí, sobre todo ahora.
Lo que más me gustó del primero, “Morir para ser yo”, fue la transformación como persona que sufre Anita al volver a “la vida normal”. Y del segundo, ¿Y si esto ya es el Cielo?, que aún no he terminado, me están gustando todas y cada una de las reflexiones que hace a raíz de su experiencia.
¡Me encanta Anita, sería genial conocerla y hablar con ella!
Sigue escribiendo porque de alguna forma me ayudas, expresas muy bien lo que yo no sé y siempre saco algo bueno de lo que dices. Gracias
Muchas gracias M Eugenia, me alegro de que puedas sacar algo bueno de lo que digo.
Un abrazo
Me encanto este artículo, me despertó, gracias, Victoria te admiro.
Muchas gracias Ligia, me alegro de que te haya gustado mi artículo.
Un gran abrazo
Hola, sí, cada uno tiene su propio camino.
Gracias por recordármelo porque a veces me olvido de mí.
Son buenos tus artículos.
Un abrazo
Juana María
Muchas gracias por leerme Juana, me alegro de que te gusten mis artículos.
Otro abrazo para ti.
Saludos desde Argentina Victoria, tus palabras, comentarios o cada uno de tus artículos me enriquecieron mucho en mi vida y en mi cambio personal hacia una forma de vivir que no conocía por creencias impuestas.
Espero sigas escribiendo tus artículos, me son de mucha ayuda tanto a mí como a las personas con las cuales lo comparto.
Saludos y gracias.
Hernán.
Muchas gracias Hernán, me alegro de que mis artículos te enriquezcan y te sean útiles.
Un abrazo desde España.
El arte de escribir… Bendito arte que nos reconforta el alma.
Bueno, en mi caso no creo que sea arte, es solo expresar lo que pienso y siento.
Pero entiendo lo que quieres decir, me encanta leer y que me llegue lo que leo.
Un abrazo
Que maravilloso es saber y sentir que en otro lugar del planeta hay alguien que ve las casos y las siente de forma parecida a mí. Gracias por compartir tus vivencias, tenemos muchos puntos de convergencia y eso me llena de alegría. Un abrazo con mucha energía positiva! Feliz día.
Luisa Fernanda Cajiao
Muchas gracias a ti, Luisa. Me alegro de que sientas que tenemos cosas en común.
Un abrazo con toda mi buena energía y feliz día para ti también.
Hola Victoria,sigue escribiendo. Cada uno de tus escritos es una fuente de inspiración para mí; contienen mucha sabiduría y permiten ver aspectos de la vida, de una manera más constructiva. Muchas gracias por todo. Saludos.
María(Argentina).
Muchas gracias María, me alegro de que lo que escribo sea para ti una fuente de inspiración.
Gracias por estar ahí.
Un gran abrazo.
Estimada victoria
Muchas gracias por existir, tus escritos han enriquecido mi vida, muchas gracias, Dios permita puedas continuar escribiendo por muchos tiempo. Desde República Dominicana, Ruth Mary Gómez. Un abrazo.
Muchas gracias a ti Ruht, por leerme y comentar mi escrito.
Un abrazo
Sobre tu titulo» La vida la gran maestra» mas que el genérico la vida yo diría «el amor mi gran maestro». No he conocido nada que me haya enseñado mas, me conecta a estar viva, me hace vibrar, ilusionarme, sentir emoción, vivir en plenitud. Eso no lo he conocido si no sale de otro ser humano que me lo transmite.
El amor y valor que siento por mí, me lo refleja otro ser que amo.
Esa es mi opinión.
Quizás vida y amor sea lo mismo.
Un saludo.
Pues eso estaba pensando… vida y amor tienen mucho que ver.
Un abrazo y muchas gracias Elsa.
Tú sí que eres una gran maestra Victoria, la distancia y las distracciones hacen que no pueda aprovechar todo el valor que generas de manera generosa para los que nos encontramos en el camino contigo, aunque mi corazón me dice y siente que te tiene siempre bien presente y bien cerca, infinitas gracias por escribir y compartir tus pensamientos, sentimientos, emociones, experiencias,…. Con muchas ganas de volver a encontrarme contigo como si es a través de la tecnología!!!!, besos y un abrazo gigante Victoria!!!
Gracias Manu, eso te digo yo a ti ¡tú sí que eres grande amigo!
Sé que aunque no nos veamos o hablemos, estamos cerca siempre y eso hace que todo esté bien entre nosotros.
Infinitas gracias a ti por ser cómo eres y por tenerme presente siempre.
Yo también tengo ganas de encontrarnos. Beso grande y abrazo enorme!!!
No dejes de escribir, porque tus escritos son luz en la oscuridad, sentido común en el sinsentido y confianza en la incertidumbre.
Siempre has sido un gran regalo para mí, no dejes de escribir, de pintar, de inspirarnos.
Eres pura maestra. Eres nuestra referente y modelo a seguir.
Gracias siempre Victoria. Te quiero mucho.
Muchas gracias a ti Amparo, por estar ahí siempre.
Un gran abrazo. Yo también te quiero amiga.