Estaba pensando de qué escribir que pudiera gustarte, entretenerte, inspirarte, ayudarte… y la verdad, a veces me parece que ya no tengo temas de qué hablar que sean interesantes para ti, y escribir por escribir no creo que sea bueno, ni para ti ni para mí. Si fuerzo la escritura ya no me gusta lo que me sale.

Por eso se me ha ocurrido contarte que he retomado la pintura, una asignatura que dejé pendiente hace muchos años.

Siempre me gustó pintar y dibujar, y me atraían las cosas de colores, esto me sigue pasando.

Mi vena artística no se pudo aguantar y tomó el rumbo del diseño gráfico, y aunque mi web empezó siendo de coaching y motivación, no tardé en incluir el diseño para emprendedoras. Así que encontré como darle salida a mi vena artística. Pero solía tener en mente los pinceles y la ilusión de pintar con mi estilo, quería encontrar una manera de expresarme con la pintura que me resultara cómoda, sin forzar, sin pensar, sin querer hacerlo todo bien, sino como me saliera.

Creo que lo que busco es fluir con la pintura, y aún me queda mucho, pero estoy contenta porque ya he empezado. Disfruto mucho y el resultado me agrada. Aunque quiero seguir a ver qué más puedo hacer.

Te voy a confesar que en mi mente no estaba la idea de pintar, pero algo curioso me ocurrió al poco de irse mi marido. Sentí la necesidad de coger los pinceles, me imaginaba dando brochazos y disfrutando. Así que saqué todo lo que tenía guardado, pinturas, pinceles, paletas… y lo completé con más colores y más pinceles. Lo primero que hice fue en papel, por miedo a estropear un lienzo, pero no pude aguantarme y pasé a la tela.

Empecé hace un poco más de dos semanas, he pintado cuatro cuadros que ya tienen dueño y tengo encargos… ¡y estoy feliz!

Pienso que mi chico, donde quiera que esté me empujó y ahora me anima a seguir. Siento que él no pueda verlos o, mejor dicho, siento no poder enseñárselos como hacía con mis diseños… Le pedía su opinión de lo que hacía y siempre me echaba flores. Estoy segura de que estará orgulloso de mí. Cuando pinto pienso en él y en lo bien que estará sintiéndome feliz mientras lo hago y cuando los enseño.

Y con esto que te cuento, aprovecho para decirte, una vez más, ¡que nunca es tarde para empezar!, sea lo que sea que quieras hacer.

Me alegro de haber empezado y de no llegar, cuando me toque, al “otro lado” y que alguien me dijera… ¿por qué no volviste a pintar? Y que me enseñaran todo lo que podría haber hecho.

Creo que eso debe doler bastante, haber dejado de hacer, de disfrutar, de querer, de ser…

Solo se vive una vez, en este cuerpo por lo menos, y si no disfrutamos de lo que tenemos, de lo que queremos, de lo que somos… ¿qué sentido tiene esta vida?

Y no hace falta irse a dar la vuelta al mundo ni escalar el Everest, cada uno tiene sus ilusiones, sus gustos, sus aficiones…

¿Qué tienes en mente que te gustaría empezar o retomar?

Yo podría haber empezado antes, pero no pasa nada, quizá sea este el momento perfecto.

Si escuchas una voz en tu interior que dice “no puedes pintar”, entonces, por todos los medios pinta y esa voz será silenciada. Vincent Van Gogh

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.    Ver Política de Cookies
Privacidad