El título suena un poco raro, pero lo vas a entender enseguida.

A nadie le importa lo que piensas en cuanto a creencias, ideas, costumbres, gustos, formas de ver la vida… y muchas cosas más. Tu vida es tuya y de nadie más, quien la vive eres tú.

Claro que le importará lo que piensas a tus seres queridos, familia, amigos y gente más cercana; pero no es necesario que estén de acuerdo contigo. A veces es importante que lo estén, importante para ellos e importante para ti, siempre nos gusta tener “contentos” a quienes nos rodean, pero creo que no hay que “sacrificar” nuestra vida por contentar a los demás.

Esto es fácil de decir, pero no tan fácil de hacer, nuestro subconsciente manda más de lo que pensamos.

Yo misma, seguro que hago cosas dictadas desde dentro para contentar a otros, y me creo que hago lo que quiero.

Es complicado domar al subconsciente, por lo menos de una forma fácil y rápida, ojalá se le pudiera sentar en una silla y darle serias instrucciones, acabaríamos con el 90% de los problemas del mundo.

Ayuda la PNL (Programación Neurolingüística), la meditación, el control mental y todas las herramientas que tengan que ver con la “educación” de la mente. Pero tener, por lo menos, el propósito, y a veces el valor, de ser congruente con tus ideas, creencias y formas de pensar, hará que te sientas más libre. Como se suele decir, la libertad tiene un precio.

Si estás de acuerdo conmigo, sigue leyendo, si no, puedes dejarlo aquí.

Como a nadie le importa lo que piensas (léase cómo vives, lo que haces, lo que comes, a dónde vas, lo que crees, etc.) ¿no es mejor hacer menos de lo que hace todo el mundo y salirse del molde? Entiende que no me refiero a hacer cosas perjudiciales para ti o para otros ni salirse de la legalidad ni nada de eso.

Puede que esté hablando de ser más creativos, atrevidos, innovadores, libre pensantes, observadores. Tener una mirada un poco diferente de las cosas, como si quisiéramos mejorar, aprender, aportar, retar, disfrutar… Y todo pensando en uno mismo, siendo sanamente egoístas.

Un egoísmo que es más bien ser generosos con nosotros mismos, tenernos en cuenta, mimarnos, escucharnos, entendernos. Es como si fuéramos dos, uno que cuida del otro y quiere darle todo lo mejor antes de que se vaya de este mundo. Si nos viéramos así, sería más fácil querernos y querer a los demás.

Además, mientras miramos hacia nosotros mismos miraremos menos a los demás y dejará de importarnos cómo viven o piensan otros. Todos salimos beneficiados.

Empecé a escribir al mismo tiempo que reflexionaba, sin saber cómo terminaría, por el camino me surgen las ideas y al final me vienen bien a mí lo que escribo. Será que uno de mis yoes me dicta para que tome nota y haga lo que dice… Seguro que sí.

A ver si mañana soy yo la que le dicta la lista de la compra y él va a comprar…

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